Tras la Primera Guerra Mundial, surgió una nueva vanguardia artístico-social con la ambición de implicar al artista en la construcción de la vida social. A través de una lectura atenta de las obras de Alexander Rodchenko, El Lissitzky y László Moholy-Nagy, cuyas carreras abarcaron una amplia gama de prácticas artísticas y situaciones políticas, Victor Margolin examina el modo en que estos tres artistas negociaron las cambiantes relaciones entre sus ideales sociales y las realidades políticas a las que se enfrentaban. Centrándose en la difícil relación entre arte y cambio social, Margolin aporta nuevas e importantes perspectivas para la comprensión del papel de la vanguardia en un periodo de gran complejidad política.