Experimentamos desde la diversidad, damos sentido a lo que hacemos, con la tranquilidad de saber que somos muchos. En el día a día somos una comunidad virtual, pero llena de palmeras, sol y playa una vez al año: en nuestra casa siempre es verano. Nuestra casa es una realidad que nos está transformando, el inconformismo se ha convertido en acción y la acción genera movimiento. No sabemos cuál será el futuro de la fotografía, pero ahora sabemos que lo encontraremos juntos. El festival visibiliza y comparte horizontalmente los conocimientos, experimentos y juegos que nos llevan a nuevos descubrimientos. Durante este intenso año, nos hemos dado cuenta de que los experimentadores están hipnóticamente centrados en aprender las técnicas, pero estas técnicas a veces van en contra del juego y son una forma de control: crees que las controlas, pero ellas te controlan a ti. Ahora sabemos que la experimentación es un camino hacia lo desconocido, es el fuego que ilumina el futuro de la fotografía como forma de expresión no industrial y libre. A partir de estas reflexiones y con el objetivo de enriquecer esta experiencia creativa compartida, proponemos tres retos para este año. La primera nos invita a mezclar todas las técnicas, a reventar sus límites para volver al principio y crear nuevas técnicas a partir de su confluencia. ¿Quién dice que no es posible hacer sopa de película de colodión, solarigrafías de doble exposición, sin cámara? ¿Polaroids, happenings estenopeicos o vídeos de cianotipia? Desde el momento en que las controlamos, el segundo reto nos pide que las dejemos de lado, que las pongamos al servicio de un mensaje; de una creación personal, racional y emocional. Debemos centrarnos en por qué, qué y cómo queremos expresarnos. ¿Qué hay más allá de las técnicas? ¿Qué hay detrás de esas miles de imágenes que vemos todos los días? ¿Cómo damos sentido a un proyecto fotográfico experimental? Por último, la tercera nos reta a salir del yo interior, a entrar en un nosotros reunido, ensamblado, a pensar en proyectos colectivos; a perder el control individual, a abrazar el deseo de los demás, y a crear desde el diálogo. Nunca conseguiremos lo que habíamos imaginado, produciremos nuevas experiencias visuales y nos acercaremos a lo que queremos ser.