La cámara Bolex, las películas de reverso de 16 mm, los laboratorios de cine comerciales y las impresoras ópticas de bajo presupuesto fueron las tecnologías de medios de pequeño formato que proporcionaron la infraestructura para la realización cinematográfica experimental en el apogeo de su impacto cultural. Technology and the Making of Experimental Film Culture examina cómo la vanguardia abrazó estos recursos materiales y les otorgó significados y valores adyacentes a los de la cultura cinematográfica semiprofesional. Al reafirmar la fisicalidad del cuerpo en la creación de secuencias de lapso de tiempo y cinéticas con la Bolex, los cineastas conversaron con otras formas de arte e integraron esferas más amplias de investigación humanística y científica en su proceso artístico. Al aprovechar las cualidades fotográficas de películas como Tri-X y Kodachrome, descubrieron metáforas maleables que les permitieron conectar su práctica artística con la metafísica, el espiritualismo y el exceso de Hollywood. Al enmarcar los laboratorios de cine como místicos o adversariales, cultivaron una oposición que valoraba el control sobre el proceso artístico. Y al usar la impresora óptica como una herramienta para excavar significados latentes de metraje encontrado, plantearon la reestructuración de imágenes como fundamental para la exploración de la identidad personal y cultural. Proporcionando una riqueza de nuevos detalles sobre la creación de clásicos canonizados de la vanguardia por lumbreras como Carolee Schneemann, Jack Smith y Stan Brakhage, así como redescubriendo obras de artistas pasados por alto como Chick Strand, Amy Halpern y Gunvor Nelson, Technology and the Making of Experimental Film Culture utiliza la tecnología como una lente para examinar el proceso de creación: de dónde provienen las ideas, cómo se ponen en práctica y cómo los argumentos sobre esas ideas fomentan compromisos y comunidades culturales y artísticas.