Cuando Andy Grundberg llegó a Nueva York a principios de la década de 1970 como un escritor en ciernes, la fotografía estaba en los márgenes del mundo del arte contemporáneo. Para 1991, cuando dejó su puesto como crítico del New York Times, la fotografía se encontraba en el centro vital del debate artístico. Grundberg escribe de manera elocuente y autoritaria sobre los 'años de auge' de la fotografía, narrando el papel cada vez más importante del medio dentro de los movimientos artísticos más relevantes de la época, desde el Earth Art y el Arte Conceptual hasta la performance y el video. También rastrea la acogida de la fotografía por parte de museos y galerías, así como su politización en las guerras culturales de las décadas de 1980 y 1990. Grundberg reflexiona sobre las exposiciones fundamentales que definieron el momento y sus encuentros con la obra de fotógrafos destacados—muchos de los cuales conoció personalmente—incluidos Gordon Matta-Clark, Cindy Sherman y Robert Mapplethorpe. Navega por temas cruciales como la relación de la fotografía con la teoría, así como el feminismo y los artistas de color. Parte memorias y parte historia, esta perspectiva de uno de los principales críticos del periodo, finalmente narra una historia más amplia sobre las décadas cruciales de los años setenta y ochenta a través del medio de la fotografía.